En alta el conflicto entre el alcalde de Minatitlán, Leopoldo Torres García, y el síndico Nicolás Ruiz Rosete. Poco margen de maniobra concede el presidente municipal. A dos meses de haber iniciado la gestión municipal, poco o casi nada le autoriza a Ruiz Rosete, desde el nombramiento de sus ayudantes hasta recursos para el ejercicio de sus funciones. Se reedita así la espinosa relación Raúl Morales Cadena-Isabel Morales, finalizada cuando La Potra y su hija Dhamara enviaron al otro mundo al esposo de la priísta, Javier Gómez Gutiérrez, huyeron y si no ha sido por el encubrimiento del régimen fidelista, habrían parado en la cárcel. Polo Torres pareciera dispuesto a no dejar correr a su síndico, aún a riesgo de sumir al Ayuntamiento en una parálisis y, consecuentemente, en un estancamiento. Recuérdese que el síndico tiene por ley la facultad de representar jurídicamente al Ayuntamiento de Minatitlán y sin su firma, nada –contratos, convenios, órdenes de pago, licitaciones, por ejemplo— tendría validez. Demasiado pronto para sembrar de minas el terreno político…
Columna completa de Mussio Cárdenas
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