01 marzo, 2011

La llamada de la alcaldesa

Un día entre semana, a eso de las 12:30 de la noche, suena el teléfono.

- “¿Diga?” –contesto entre sueños.
- “¿Jorge Luis?” –pregunta una voz femenina al otro lado de la línea.
- “Así es, dígame, ¿Quién me habla? –trato de adivinar si es alguien conocido, que tenga la suficiente confianza de llamara  esa hora.
- “Habla la licenciada Lupita Porras” –dice la voz con tono de enfado

Me despierto en forma, me incorporo de la cama y trato de encontrar la explicación a dos asuntos: uno, ¿Por qué se hace llamar Lupita? (Yo no le pido a mis amigos que me llamen Jorgito); dos, qué fregados quiere una alcaldesa a esa hora, ¿habrá explotado la refinería?, ¿va a declarar la independencia de la república de Minatitlán?

Como me habían dicho al llegar al cargo, -“ten paciencia, no la hagas enojar mucho, El Góber y El Secretario la quieren y la cuidan mucho”-, decido espabilarme rápidamente y saber qué pretende la poderosa alcaldesa.

-“Dígame alcaldesa, qué desea?”

-“Oiga Jorge Luis, le llamo por una nota que pasaron hoy en el noticiero de TV Olmeca, ese regidor no hizo nada y ustedes ponen como si él hubiera trabajado en esas jardineras, el trabajo lo hizo el ayuntamiento, no se vale, oiga no se vale, yo les estoy pagando un convenio de publicidad, ya le dije a Marcos que eso no se vale, no puedo creer que ustedes entrevisten a un regidor que en verdad no trabaja y que él se cuelgue las medallas….

-“Disculpe alcaldesa, pero no se de qué me está hablando” –la interrumpo tratando de entender por qué me llama para una tontería, qué nota era, cuál noticiero, por qué no entiende que la empresa se llama Olmeca TV y, sobre todo, qué fregados tiene que ver el tal Marcos con unas jardineras.

-“Si, si, las jardineras que hice en el bulevar por Chedraui, ustedes entrevistan a un regidor que, la verdad, sólo está de flojo, yo lo hice y yo les pago, así que si van a trabajar así, mejor cancelo mi publicidad con TV Olmeca….”

-“Oiga alcaldesa” –alcanzo a interrumpirla nuevamente, al darme cuenta que si me descuidaba, se seguiría de largo y no habría manera de callarla- “con todo respeto, no ubico de cuál nota me habla, pero déjeme ver el día de mañana de qué se trató, no vi el noticiero en la noche, mañana hablamos, si le parece bien y si hay algo que aclarar, lo aclaramos en ese espacio, no me lo tome a mal, pero ya estaba durmiendo.

-“Mmmmm, pues qué mal que ya esté durmiendo”, -me contesta-, “porque yo soy una mujer que trabaja las 24 horas si es necesario, soy una funcionaria de tiempo completo, tal como nos lo pide el Gobernador” –añade con un tono que ya trata de ser de regaño, fastidio, muina, berrinche o todo junto.

Recordé de inmediato todas las recomendaciones que me hicieron antes de llegar a Olmeca TV, las repasé y me di cuenta que en ninguna de ellas señalaba que tenía que estar aguantando que me despertaran y todavía estar aguantando regañitos de una Hillary Clinton Región 4.

Respiré profundo, me aclaré la voz y le solté:

-“Mire alcaldesa, le felicito por ser tan cumplida con su trabajo, pero sólo le quiero aclarar varias cosas: uno, que le tomé la llamada por educación, dos, que yo no trabajo para usted y tres, que yo no soy empleado público, sino que trabajo en una empresa privada, si ustedes quiere hablar esto con alguien más está en su derecho.”

Me colgó el teléfono, no se a cuántos personajes les llamó en esa noche y la mañana siguiente.

No me habló en varios meses, lo cual le agradecí.

Sólo tuve que chutarme una explicación acerca de quién era suegra, que no convenía a la empresa que ella estuviera enojada conmigo, que “estaba loca pero que era buena gente si le agarraba uno el modo”.

Ese fue el primer encuentro con Guadalupe Porras, exalcaldesa de Minatitlán en el período en que se acusa más corrupción, desvío de recursos, mal uso del erario, abuso del poder, pésimos resultados de un gobierno municipal.

Esa es la muestra máxima de la Fidelidad (palabra que ahora no existe en Veracruz, así como por decreto borraron la última letra del abecedario). Esa es la exalcaldesa que se esconde entre Coatzacoalcos y Xalapa, haciendo antesala, buscando que su yerno la ayude a salvarse de la cárcel.

Hay otras anécdotas, de campañas por alcaldías, de financiamientos de campaña, de personalidades que llegan los ayuntamientos, pero esas, -como diría la Nana Goya-, esas, son otra historia.


1 comentario:

  1. Un ejemplo de dos de los párrafos que me alegraron el dia en que leí la crónica de una llamada no anunciada:

    –añade con un tono que ya trata de ser de regaño, fastidio, muina, berrinche o todo junto.

    -"No me habló en varios meses, lo cual le agradecí".

    Sin embargo esa no es la muestra máxima de la Fidelidad, sería como decir que un demonio de poca monta está por encima del mismísimo Lucifer, Diablo, Satanás, o como queramos llamarlo, pero eso sí, con su rojo fiel... Ese es el creador de de toda la maldad que hemos percibido en estos nuevos 6 años priistas. A ver cómo nos va con el "pequeño" Delfín.

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