“…voces ciudadanas
expresaron que la tranquilidad y la vida cotidiana se desarrolla con normalidad
en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Boletín 4851
Dirección General de
Comunicación Social
Gobierno del Estado de
Veracruz
2 de octubre de 2011
El boletín 4851 de la DGCS emitido
el día 2 de octubre pasará a la historia.
Enmarca el secuestro informativo, la
estrategia fallida de comunicación que entre Gina Domínguez y Carlos Acevedo -entre
otros-, hacen parecer a Javier Duarte como un payaso.
Una gorra con la leyenda “Yo amo a
Twitter” es el colmo de la burla.
Superfluo, patético, con la cara y
la sonrisa del niño que hace la travesura, se ordena redactar un boletín de
prensa y difundir la fotografía con la gorra.
“Un café en La Parroquia, personas
que se acercaban a saludarlo y tomarse la foto, el clima…” sólo faltó que dijera que se echó un torito
de cacahuate, compró unos volovanes para su mujercita, se rascó la entrepierna
y eructó dos veces.
Esa es Duartelandia, el lugar del
“no pasa nada”.
Alega Javier Duarte que el nunca ha
dicho que “no pasa nada”, sino que ahora hay más violencia porque “ahora sí se
combate a los delincuentes”.
Dos días después, la respuesta
contundente del gobierno federal. El operativo “Veracruz Seguro” se pone en
marcha ante la incapacidad del “gobierno” del Estado en garantizar la paz
social, ante las mentiras vertidas por todas las vías de por la aparición de 35
cadáveres en Boca del Río.
A mi parecer, esta acción es, -toda
proporción guardada-, un minigolpe de estado. Releva de facto a la autoridad
civil y deja claro que, desde un inicio, se pervirtieron los hechos, se ocultó
la verdad, se mintió a la sociedad y a los medios.
Lamentables las declaraciones del
(todavía) Procurador de Justicia Reynaldo Escobar, validando unas cartulinas,
asegurando que “todos tienen
antecedentes penales y están registrados en Plataforma México”.
Mientras Javier Duarte pasea por
Boca del Río, continúan los asesinatos en el norte y el sur del estado,
policías detenidos en la zona centro, pero aquí no pasa nada.
En otro hecho relacionado con este
contexto, Gina Domínguez ofrece una entrevista con Carmen Aristegui en donde le
ponen una soberana bailada, intenta negar lo evidente, mintiendo una y otra
vez, repitiendo la historia oficial, dejando de lado si un menor apareció
asesinado después de que lo levantaron elementos de la policía “porque ese
número de patrulla no existe”.
Otra vez la actitud de “Aquí no pasa
nada”.
La invasión de federales intenta dar
tranquilidad a los veracruzanos, es una acción sin precedentes donde aparece
todo el gabinete de seguridad del Gobierno Federal y que deja en un triste
papel a un gobernador que ha demostrado ser experto…. para fallar en todo.
Javier Duarte es el primer
gobernador en el país a quien unos sicarios le brindan su reconocimiento en un
video.
Tiene la suerte de que estos
sicarios aparezcan en un video unos días después de que avientan una granada en
el Acuario de Veracruz. Estos MataZetas van a hacer justicia (en vista que
Javier Duarte no puede hacerlo).
Tiene la suerte de que esos mismos
sicarios aparezcan en otro video para disculparse por la muerte de los 35
supuestos Zetas que aventaron en Boca del Río (y le vuelven a ofrecer “su
respeto”).
Pinches casualidades.
Si Fidel Herrera se sacaba la
lotería, Javier Duarte, el “tuitero de corazón” tiene en You Tube a un gran
aliado.
Ingenuamente creyó que, así como ha
podido verle la cara a los veracruzanos, engañar al país entero, sería fácil.
Pero esa historia no se la tragó el
Gobierno Federal.
Han implementado un operativo que es
la última llamada ante la falta de inteligencia del gobernador y su gabinete
impuesto, ante lo evidente del montaje para que, línea por línea, la pésima
estratégica mediática de “ajusticiamiento entre bandas rivales” se fuera
cayendo.
Todo lo que ha ocurrido en el país
no ha ameritado una operación del tamaño de lo que se implementa en Veracruz en
estos días.
Un gobernador débil, un gobernador
maniatado por el fidelismo. Un Procurador de Justicia mentiroso, como lo ha
evidenciado Alejandra Sota, vocera del Gobierno Federal, han colmado la
paciencia de Felipe Calderón.
No pasarán muchos días para que
Reynaldo Escobar, quien ahora queda como figura de papel, se tenga que marchar.
La siguiente en la lista será sin
duda Gina Domínguez. Buenísima para inventar medios afines (como
LosGrillos.com) intentar acabar con medios incómodos, apretar mediante
convenios publicitarios y representar un triste papel como vocera estatal.
Y finalmente podrá irse el Trolero
Mayor, Carlos Acevedo. El gasto que realizan utilizando a decenas de tuiteros
pagados para escribir una y otra vez mensajes a favor de Javier Duarte, le ha
resultado infructuoso. Los insultos en Twiter son de antología, el desgaste de
la imagen de Duarte es terrible, no había pasado una hora de que se anunciaba
el operativo “Veracruz Seguro” y era un tema de moda en esa red social… para
burlarse de él.
Javier Duarte tiene la oportunidad
de quitarse ése lastre, sólo falta que demuestre que tiene….. tamaños.
En esa decisión debe meditar por
millones de veracruzanos, su futuro, sus vidas, sus esperanzas.
Ojalá se regrese de ese estado de
confort del “no pasa nada” y ponga los pies en la tierra.
Si este operativo fracasa, que
alguien apague la luz.
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