09 octubre, 2011

Aquí no pasa nada

Publicación: 051011



“…voces ciudadanas expresaron que la tranquilidad y la vida cotidiana se desarrolla con normalidad en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Boletín 4851
Dirección General de Comunicación Social
Gobierno del Estado de Veracruz
2 de octubre de 2011


El boletín 4851 de la DGCS emitido el día 2 de octubre pasará a la historia.
Enmarca el secuestro informativo, la estrategia fallida de comunicación que entre Gina Domínguez y Carlos Acevedo -entre otros-, hacen parecer a Javier Duarte como un payaso.
Una gorra con la leyenda “Yo amo a Twitter” es el colmo de la burla.
Superfluo, patético, con la cara y la sonrisa del niño que hace la travesura, se ordena redactar un boletín de prensa y difundir la fotografía con la gorra.
“Un café en La Parroquia, personas que se acercaban a saludarlo y tomarse la foto, el clima…”  sólo faltó que dijera que se echó un torito de cacahuate, compró unos volovanes para su mujercita, se rascó la entrepierna y eructó dos veces.

Esa es Duartelandia, el lugar del “no pasa nada”.

Alega Javier Duarte que el nunca ha dicho que “no pasa nada”, sino que ahora hay más violencia porque “ahora sí se combate a los delincuentes”.

Dos días después, la respuesta contundente del gobierno federal. El operativo “Veracruz Seguro” se pone en marcha ante la incapacidad del “gobierno” del Estado en garantizar la paz social, ante las mentiras vertidas por todas las vías de por la aparición de 35 cadáveres en Boca del Río.

A mi parecer, esta acción es, -toda proporción guardada-, un minigolpe de estado. Releva de facto a la autoridad civil y deja claro que, desde un inicio, se pervirtieron los hechos, se ocultó la verdad, se mintió a la sociedad y a los medios.

Lamentables las declaraciones del (todavía) Procurador de Justicia Reynaldo Escobar, validando unas cartulinas, asegurando que “todos tienen  antecedentes penales y están registrados en Plataforma México”.

Mientras Javier Duarte pasea por Boca del Río, continúan los asesinatos en el norte y el sur del estado, policías detenidos en la zona centro, pero aquí no pasa nada.

En otro hecho relacionado con este contexto, Gina Domínguez ofrece una entrevista con Carmen Aristegui en donde le ponen una soberana bailada, intenta negar lo evidente, mintiendo una y otra vez, repitiendo la historia oficial, dejando de lado si un menor apareció asesinado después de que lo levantaron elementos de la policía “porque ese número de patrulla no existe”.

Otra vez la actitud de “Aquí no pasa nada”.

La invasión de federales intenta dar tranquilidad a los veracruzanos, es una acción sin precedentes donde aparece todo el gabinete de seguridad del Gobierno Federal y que deja en un triste papel a un gobernador que ha demostrado ser experto…. para fallar en todo.

Javier Duarte es el primer gobernador en el país a quien unos sicarios le brindan su reconocimiento en un video.

Tiene la suerte de que estos sicarios aparezcan en un video unos días después de que avientan una granada en el Acuario de Veracruz. Estos MataZetas van a hacer justicia (en vista que Javier Duarte no puede hacerlo).

Tiene la suerte de que esos mismos sicarios aparezcan en otro video para disculparse por la muerte de los 35 supuestos Zetas que aventaron en Boca del Río (y le vuelven a ofrecer “su respeto”).

Pinches casualidades.

Si Fidel Herrera se sacaba la lotería, Javier Duarte, el “tuitero de corazón” tiene en You Tube a un gran aliado.

Ingenuamente creyó que, así como ha podido verle la cara a los veracruzanos, engañar al país entero, sería fácil.

Pero esa historia no se la tragó el Gobierno Federal.

Han implementado un operativo que es la última llamada ante la falta de inteligencia del gobernador y su gabinete impuesto, ante lo evidente del montaje para que, línea por línea, la pésima estratégica mediática de “ajusticiamiento entre bandas rivales” se fuera cayendo.

Todo lo que ha ocurrido en el país no ha ameritado una operación del tamaño de lo que se implementa en Veracruz en estos días.

Un gobernador débil, un gobernador maniatado por el fidelismo. Un Procurador de Justicia mentiroso, como lo ha evidenciado Alejandra Sota, vocera del Gobierno Federal, han colmado la paciencia de Felipe Calderón.

No pasarán muchos días para que Reynaldo Escobar, quien ahora queda como figura de papel, se tenga que marchar.

La siguiente en la lista será sin duda Gina Domínguez. Buenísima para inventar medios afines (como LosGrillos.com) intentar acabar con medios incómodos, apretar mediante convenios publicitarios y representar un triste papel como vocera estatal.

Y finalmente podrá irse el Trolero Mayor, Carlos Acevedo. El gasto que realizan utilizando a decenas de tuiteros pagados para escribir una y otra vez mensajes a favor de Javier Duarte, le ha resultado infructuoso. Los insultos en Twiter son de antología, el desgaste de la imagen de Duarte es terrible, no había pasado una hora de que se anunciaba el operativo “Veracruz Seguro” y era un tema de moda en esa red social… para burlarse de él.

Javier Duarte tiene la oportunidad de quitarse ése lastre, sólo falta que demuestre que tiene….. tamaños.

En esa decisión debe meditar por millones de veracruzanos, su futuro, sus vidas, sus esperanzas.

Ojalá se regrese de ese estado de confort del “no pasa nada” y ponga los pies en la tierra.

Si este operativo fracasa, que alguien apague la luz.


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