Las elecciones intermedias del año 2009 le dieron la mayoría al PRI y a sus aliados, fue el pago de la factura de una mala campaña del partido en el gobierno y de la oposición dividida de las izquierdas.
El PRI festinó entonces que era el primer paso para llegar a Los Pinos, a retomar el poder.
¿Para qué les ha servido esa mayoría?
Sólo han mostrado su ambición, su mezquindad, su perversidad.
Los presupuestos 2010 y 2011, fueron aprobados, en lo esencial, tal cual los propuso el gobierno federal, sin un cambio real de la política económica que critican del Partido Acción Nacional.
La votación del presupuesto 2010, en los últimos meses del 2009, incluso los llevó a firmar un documento vergonzante: el compromiso de que no irían en alianza las elecciones del año 2010 y las de este año en el Estado de México.
Quedaron exhibidos Peña Nieto, Gómez Mont, Beatriz Paredes. Desde entonces el candidato copetudo mandaba en el PRI y en la Cámara de Diputados. Con la firme confianza de que él será presidente de nuestro país, no se le oponen los gobernadores de su partido y varios líderes opositores negocian con él para encontrar acuerdos.
¿Utilizaron su mayoría para cambiar el rumbo de la Nación? No, sólo buscaron proteger su coto de poder. Más dinero para los estados donde habría elecciones, dinero para comprar conciencias, para repartir despensas, para medrar con la pobreza en la que viven millones demexicanos.
Recuerdo que en ésa época el delfín del gobernador Fidel Herrera (después convertido en ballenato), anduvo paseando por varios puntos de la entidad veracruzana prometiendo que “no se iba a aumentar el IVA, que él se comprometía a no votar un incremento que afectara a los pobres”.
Tuvo que tragarse sus palabras y sacar el presupuesto como se lo ordenaron, desde entonces empezó su carrerita de mentiroso.
Los diputados priístas tuvieron que empinarse a la voz de Peña Nieto y con ello, nos fregaron a todos. Han jugado el papel de ser serviles en espera de que el gobierno panista se ahorque solo, potenciar sus errores y golpear al presidente y a sus secretarios una y otra vez. Pero sólo es en los medios, a la hora de las decisiones, sin el mínimo asomo de vergüenza, levantan el dedo o mejor dicho, oprimen el botón.
La oposición se unió de manera pragmática y les asestó tres buenos golpes: Oaxaca, Puebla y Sinaloa. Les dolió más esta pérdida de poder que los estados que habían ganado anteriormente. Pero el Gel Boy (Peña Nieto) está más que feliz, los diputados huérfanos (por no tener gobernador priísta en sus estados), han ido a engrosar la bancada del estado de México, lo cual coloca al gobernador mexiquense como un factor importante de decisión al interior de la Cámara.
Esta situación ha llevado a que en días recientes, Peña Nieto haya hecho sentir su poder. Aún y cuando en el Senado se había aprobado una mini reforma electoral, aún y cuando el PRI tenía una propuesta de reforma laboral, aún y cuando es urgente la reforma de seguridad nacional, el Gel Boy dijo no.
¿Para eso querían la mayoría?
Mucho tendrán que decir los diputados priístas del sur de Veracruz Antonio Benítez Lucho y Luis Antonio Martínez Armengol. Antonio Benítez Lucho es un personaje mediocre, su interés es solamente convertirse en el nuevo cacique que sustituya el apellido Merlín en Cosoleacaque y sus alrededores. Intentó ser el diputado priísta de Cosoleacaque, Minatitlán y Coatzacoalcos, gris entre los grises, sólo espanta a las moscas.
Antonio Martínez Armengol quiere, pero no le dejan. Quien manda en Minatitlán es Jorge Wade, el líder moral del Sindicato Petrolero y el diputado sabe bien que sólo es tolerado por el grupo en el poder, pocos resultados y lo poquito que hace, tiene que callarse, apegado a la disciplina sindical.
¿Cómo pedirán el voto los candidatos priístas en la elección del 2012? ¿Con qué resultados? No me sorprenderá que Gonzalo Guízar les gane en Coatzacoalcos, que ahí se cobren los ciudadanos los pésimos resultados municipales y las promesas incumplidas del gobernador bocón.
Duarte mintió en lo de la tenencia, se quiso poner bravucón con Javier Lozano y le sacó al parche con el diputado Fernando Yunes para auditar a los Tiburones Rojos de Veracruz.
Y esto apenas empieza, ¿No que lo mejor estaba por venir?
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