No es posible que una
persona pensante viva en nuestra sociedad
sin querer cambiarla.
George Orwell
2011 terminó con un saldo terrible para Javier Duarte de Ochoa, malas
cuentas para Veracruz.
Muchas promesas, la mercadotecnia en todo su esplendor. Un muchachito gordito vestido de rojo, como rabanito, pero eso sí, blanco por dentro. Insulso, sin ideas, sólo navega de a muertito.
Un año perdido, un gobernador atrapado entre múltiples compromisos y una herencia como lastre, la herencia de Fidel Herrera a cuestas.
Un gabinete palomeado por su antecesor, mil facturas por pagar.
Su imagen la promueva mediante convenios multimillonarios con las televisoras y los medios nacionales, el garrote y la amenaza para los medios estatales.
Un congreso dócil, los diputados sumisos obedeciendo al viejo estilo, sumidos en la mentira y en la complicidad que les ha pasado factura.
Aprobar mas deuda, reconocer la herencia de Fidel, total, ya ganaron, ya nadie los puede quitar.
La obediencia ciega para nombrar a un procurador, reformar la Ley a modo, con el saldo que ya conocemos.
El rumor de que se pacta con otro grupo de delincuentes, que le dan la plaza a otros malosos, para que quiten a los que le heredó el anterior gobernador.
Y empiezan los cocolazos. Con la misma practica de antes, la misma torpeza, las mismas mentiras.
Javier Duarte, el Peña Nieto del Twitter, comete error tras error, minimizando los hechos, mintiendo y cayendo en sus propias mentiras hasta que el escándalo lo alcanza.
Antes, es burla nacional e internacional al encarcelar a dos tuiteros y posteriormente humillar a los diputados para que reforme la ley a su antojo y los tuiteros salgan libres.
El procurador Reynaldo Escobar es renunciado, después de reformar la Ley con dedicatoria a él, lo exhiben pero termina impune entre las denuncias de que estuvo involucrado en el encubrimiento y las mentiras de los cadáveres que aparecieron en Veracruz señalados como miembros de los Zetas.
Reynaldo fue señalado por el montaje de unos supuestos mata Zetas.
Se va del cargo, pero permanece libre. Es más, la impunidad le alcanza para que lo candidateen a diputado por Xalapa.
En fechas recientes, aparecen en medios nacionales que Fidel Herrera está siendo investigado por vínculos con el crimen organizado.
Termina el año como empezó: entre mentiras, sin crecimiento económico, administrando las deudas y las promesas de alcaldes, funcionarios que tuvieron que invertir para que ganara el gordito Duarte.
Inician las precampaña, Duarte ni picha ni cacha ni lo dejan batear. Seleccionan candidatos pero el gordito no opina, solo tendrá que obedecer las negociaciones que hagan Fidel Herrera y Peña Nieto.
Es un títere, un estulto, una marioneta en el teatro del absurdo.
Ese es el recuento de los daños, desafortunado el año que terminó Javier Duarte de Ochoa.
Muchas promesas, la mercadotecnia en todo su esplendor. Un muchachito gordito vestido de rojo, como rabanito, pero eso sí, blanco por dentro. Insulso, sin ideas, sólo navega de a muertito.
Un año perdido, un gobernador atrapado entre múltiples compromisos y una herencia como lastre, la herencia de Fidel Herrera a cuestas.
Un gabinete palomeado por su antecesor, mil facturas por pagar.
Su imagen la promueva mediante convenios multimillonarios con las televisoras y los medios nacionales, el garrote y la amenaza para los medios estatales.
Un congreso dócil, los diputados sumisos obedeciendo al viejo estilo, sumidos en la mentira y en la complicidad que les ha pasado factura.
Aprobar mas deuda, reconocer la herencia de Fidel, total, ya ganaron, ya nadie los puede quitar.
La obediencia ciega para nombrar a un procurador, reformar la Ley a modo, con el saldo que ya conocemos.
El rumor de que se pacta con otro grupo de delincuentes, que le dan la plaza a otros malosos, para que quiten a los que le heredó el anterior gobernador.
Y empiezan los cocolazos. Con la misma practica de antes, la misma torpeza, las mismas mentiras.
Javier Duarte, el Peña Nieto del Twitter, comete error tras error, minimizando los hechos, mintiendo y cayendo en sus propias mentiras hasta que el escándalo lo alcanza.
Antes, es burla nacional e internacional al encarcelar a dos tuiteros y posteriormente humillar a los diputados para que reforme la ley a su antojo y los tuiteros salgan libres.
El procurador Reynaldo Escobar es renunciado, después de reformar la Ley con dedicatoria a él, lo exhiben pero termina impune entre las denuncias de que estuvo involucrado en el encubrimiento y las mentiras de los cadáveres que aparecieron en Veracruz señalados como miembros de los Zetas.
Reynaldo fue señalado por el montaje de unos supuestos mata Zetas.
Se va del cargo, pero permanece libre. Es más, la impunidad le alcanza para que lo candidateen a diputado por Xalapa.
En fechas recientes, aparecen en medios nacionales que Fidel Herrera está siendo investigado por vínculos con el crimen organizado.
Termina el año como empezó: entre mentiras, sin crecimiento económico, administrando las deudas y las promesas de alcaldes, funcionarios que tuvieron que invertir para que ganara el gordito Duarte.
Inician las precampaña, Duarte ni picha ni cacha ni lo dejan batear. Seleccionan candidatos pero el gordito no opina, solo tendrá que obedecer las negociaciones que hagan Fidel Herrera y Peña Nieto.
Es un títere, un estulto, una marioneta en el teatro del absurdo.
Ese es el recuento de los daños, desafortunado el año que terminó Javier Duarte de Ochoa.
Para rematar
Los diputados dóciles aprobaron cuatrienios para alcaldes. Este cambio
se empezó a cocinar desde que pasaron las elecciones del 2010. Ante la debacle
electoral en los ayuntamientos y el monumental fraude electoral que tuvieron
que hacer para que ganara Duarte de Ochoa, Fidel Herrera dio instrucciones de
que se modificara lo que se tuviera que modificar para que no volvieran a tener
elecciones conjuntas.
Al contrario de la tendencia nacional de juntar elecciones y ahorra
gastos, la estupidez de la soberbia permea y hacen otra modificación a modo.
Culpan a la concurrencia de las elecciones el perder muchos ayuntamientos. No se
dan cuenta que sus propios errores, la falta de respeto a la ciudadanía, sus
mentiras y atracos han terminado por
cansar a los veracruzanos y es inevitable que los manden a volar en las
elecciones. Ya lo verán en el 2012.
Precandidatos.
Rumores de ventas de candidaturas en Veracruz.
Grupos de poder chantajean ante la fuerza que trae López Obrador y
quieren imponer a candidatos al senado y para diputados.
La pregunta es una: ¿Lo sabe Andrés Manuel?
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