Si hablamos de empoderamiento, el término que hizo famoso Marta Sahagún durante el sexenio de Fox, la mejor muestra de ello es Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE, el sindicato más grande de América Latina con aproximadamente un millón doscientos mil integrantes.
Cuando la escucho hablar de que se debe investigar la corrupción y supuestos malos manejos de Miguel Ángel Yunes Linares como director del ISSSTE, no sé si reírme o llorar.
Es como si uno de los integrantes del crimen organizado acudiera a la CNDH para quejarse de malos tratos; como si los líderes petroleros se quejaran de corrupción en PEMEX; como si Fidel Herrera, Mario Marín o Ulises Ruiz acusaran a algún gobernador de abuso del poder y de corrupción en el gobierno.
La prensa nacional señala que, además de que quiere cuidarse las espaldas y adoptar el papel de víctima ante un posible “Elbazo” (rememorando al Quinazo del año 1989), las acusaciones y confesiones de Elba Esther tienen varios destinatarios:
• Josefina Vázquez Mota, a la cual conoce bien y a quien puede temer por el crecimiento en las encuestas para la candidatura del PAN a la Presidencia del país.
• Felipe Calderón Hinojosa, recordándole los compromisos y señalarle que tiene fuerza para negociar, que no aceptará a Josefina y que, si quiere poner a Cordero, le va a co$tar un buen acuerdo.
• AMLO, señalando que no quiso negociar con ella en el 2006 y que ahora la va a tener enfrente si es que quiere competir nuevamente.
• AMLO, señalando que no quiso negociar con ella en el 2006 y que ahora la va a tener enfrente si es que quiere competir nuevamente.
Pero al parecer, lo que le ha molestado más a la Maestra es, por un lado, que los negocios e imposiciones que ha querido realizar en el ISSSTE no le fueron concedidos, y por el otro, ha querido cobrar cuentas con un antiguo aliado: Miguel Ángel Yunes Linares.
Recientemente, Yunes ha estado activo políticamente en reuniones con precandidatos del PAN cuando visitan Veracruz y realizando actividades de gestoría con Ernesto Cordero, titular de la Secretaría de Hacienda. Gestiones que, para pronto, ni siquiera ha podido realizar Javier Duarte, gobernador (¿?) del estado.
Los votos obtenidos por Yunes Linares en la elección de estado que enfrentó en el año 2010, coloca a Yunes Linares como un candidato natural a la senaduría por Veracruz en el 2012, más allá de la nomenclatura panista y de las presiones que, desde el gobierno estatal, pueda ejercer Duarte en su contra.
Miguel Ángel Yunes Linares perdió la elección para gobernador de Veracruz, entre otras causas, por la guerra de lodo coordinada por Fidel Herrera y operada por algunos “periodistas” mercenarios; un bloqueo casi total en los medios de comunicación ordenado desde la Dirección de Comunicación Social; amenazas, cooptación y el uso descarado del erario para comprar votos y conciencias. Pero además de ello, existió la traición de Elba Esther Gordillo en la falta de operación política de la estructura magisterial como sí se dio en Puebla, donde ganaron en alianza.
Hay que recordar que en la elección del 2010, Miguel Ángel Yunes Linares participó como candidato a la gubernatura en una alianza PAN-PANAL. Los días previos a la elección del 4 de julio, señalé en un programa de televisión de Olmeca TV que, a diferencia de Puebla, -en donde también seguí día a día la elección para gobernador-, no existía movilización de profesores, no había recursos extras, no se percibía operación electoral, sencillamente, el PANAL dejó morir sólo a “su” candidato. ¿Qué negoció Elba Esther Gordillo con Fidel Herrera y Javier Duarte? ¿A cambio de qué apoyó a Duarte y abandonó a Yunes?
El punto final de la traición fue la asistencia de Gordillo a la toma de posesión de Duarte, donde éste, después de un reconocimiento expreso, sentido y pausado, la llamó “mi amiga”. Ni duda cabía, una elección tramposa ganada con una diferencia tan apretada se le debía a su madrina.
Elba Esther Gordillo es una mujer astuta. No sabe leer, pero es la dirigente de los maestros, dueña del PANAL y sabe bien que su estructura magisterial la da resultados electorales, los cuales seguramente vende muy caros a los actores políticos.
La educación en México va cada vez peor, pero el SNTE es un sindicato que año con año se embolsa miles de millones de pesos por concepto de cuotas y negociaciones salariales, apoyos extras para elevar la calidad de la educación.
Reza un dicho: “Para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta”. La declaración de Miguel Ángel Yunes Linares da en el clavo: “que Gordillo permita una auditoría a las finanzas del SNTE desde 1989, así como la apertura de sus cuentas y gastos personales”.
La respuesta a este señalamiento es burdo: Una “investigación” en el diario Reforma la cual señala de una casa en construcción en terrenos de Veracruz. De acuerdo con información catastral, los terrenos donde Yunes levanta su residencia, fueron adquiridos por la empresa Veracruzana de Bienes Inmuebles (VBI), cuya apoderada es Leticia Isabel Márquez Mora, quien es esposa del ex director general del ISSSTE.
Reforma señala:
Reforma señala:
“La documentación que pudo ser consultada establece que VBI fue constituida como sociedad mercantil el 7 de marzo de 1981 (¡!) por Miguel Ángel Yunes Linares y sus hermanos Antonio, Norma Graciela y Alicia, así como Fidel Romero Pérez.”
Cabe preguntar, ¿De parte de quién? ¿De dónde salieron las fotos? ¿Podrían, ya que andan en ésas, investigar las posesiones de Fidel Herrera y sus compinches? La respuesta es acabar con el mensajero, no atacar el mensaje.
Esto apenas empieza. Seguramente saldrán más cosas, más señalamientos, más acusaciones. ¿Será que, -ahora sí-, Felipe Calderón se atreverá a “limpiar las escaleras de arriba para abajo”?
La anécdota: De la torpeza de Gina Domínguez, flamante Directora de Comunicación Social que últimamente ha exhibido a su jefe, Javier Duarte de Ochoa, retomo lo publicado por el portal Gobernantes.com el día 21 de junio de 2011:
MEMORANDUM 19.-Eran las últimas semanas de diciembre del año pasado. Un alcalde electo –que ahora se sueña candidato a Senador y, por consiguiente, sucesor de Javier Duarte en el 2016- confió al reportero: -Con todos los medios de comunicación va a haber convenios. Con todos va haber acuerdos comerciales menos con uno”. ¿Con cuál? –preguntaría impaciente el comunicador. –con Notiver, diría el ahora munícipe y agregaría: -Esa es la instrucción de nuestro amigo. No le perdona que se la haya jugado con Miguel Ángel Yunes-.
Palacio del Gobierno, Xalapa, Veracruz, oficina de Gina Domínguez, últimos días de 2010. Sólo cuatro personas, entre ellos, yo. Las palabras utilizadas contra un medio de comunicación impreso del sur de Veracruz y el rencor contra un portal de noticias estatales, me mostró su imprudencia al expresar el profundo desprecio a los periodistas. Sus planes para crear nuevos medios y el trato que pretendía darle a los medios existentes en cuanto a los convenios de publicidad, me mostró la ignorancia que posee para dirigir la comunicación de un gobierno.
Si antes los llenaban a mares, si dilapidaban los recursos públicos, ahora matan de hambre a muchos medios que apoyaron a Duarte. Lo peor es que en situaciones de crisis, Gina Domínguez exhibe terriblemente a su jefe y deja en ridículo al gobernador. (¿O acaso ésa es verdadera intención?) Pero al igual que a Reynaldo, Carvallo y otros actores políticos, Duarte tiene que bregar con esos funcionarios. “Con éstos bueyes hay que arar”.
Twitter:@jltm68
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