23 enero, 2011

El Regidor

Lo he leído desde hace años, un estilo de escribir, bueno, de plasmar unas líneas, tal y como razona, así como se expresa: cantinflesco, por decencia no lo puedo describir de otra manera.

“Sobre el muerto todas las coronas”, “Así de sencillita la cosa mis hermanos”, “Se vale ser cochino pero no trompudo” “Quieren queso fresco”, “No hay hilos, no hay alambres” son la constante en sus escritos, podrían añadirse “Como digo una cosa digo otra”, “Pos pa’qué te digo que no si sí”, es en resumen, El Chimoltrufio.

Como lo dije en varias ocasiones, todo indica que un día, un pobre gato (eso era, según dicen varias fuentes creíbles) se sintió perro; el arte de andarse arrastrando le rindió frutos y le dijeron: agarra una pluma y a ver qué te sale. Lo malo no es ser tonto, sino tener iniciativa.

Así, este pobre perro (él mismo se ha dicho así), se sintió muy poderoso, incluso, se llamó Rottwailer (Grrrr!); sin embargo, al conocer mejor las andanzas de este personaje, quedó bautizado como El Gatoperro. (Miau, grrrr, miau).

Y con la venia de sus jefes (El Tata Robles, Iván el Looser y El Capi), así como de varios políticos que lo apapachaban y alimentaban de sus más oscuros vicios, se puso a atacar a todos los que sus jefes le ordenaran.

Entonces escribió: atacó, sobajó, denostó, difamó y se burló impunemente. Chantajeó a los alcaldes, diputados, funcionarios, directores, empresarios, líderes y a todos los que pudo. Total, había aprendido muy bien: su papá Robles (“su segundo padre”, lo ha nombrado el regidor) le había enseñado muy bien; así, con esas tácticas, se hizo del Caño del Istmo.

Gozó de las mieles del poder, a consumir todo lo que le pudiera aturdir los sentidos. Se especializó en ser el tapete oficial en los eventos, lo mismo negociaba helicópteros para traslado de amigos u opositores que pudiera comprar, que acompañaba a gobernadores al extranjero (Claro, sabía decir “gud mornin” y “denankiu!” cuando le decían “Thank you!”)

Pero un día pidió un favor, algo se le atravesó en la única neurona que le funcionaba y se sintió político. Tan fregada anda la caballada en el Clan de la Succión que sus gallos desde ahora son Beto Chagra y el Gatoperro Lagunes. Serán sus gallos para lo que se ofrezca, para chantajear, presionar y amenazar si no les dan al menos una suplencia a lo que fuere.

Ahora es regidor, es el único que, para el Caño del Istmo, trabaja en el cabildo que recientemente ha iniciado sus funciones. Fotos y fotos, notas y notas, todo sea para cambiar la imagen del Chantajista número uno. Se debe olvidar todo lo que se sabe de él: encuerarse en un bar hasta que vino una señora de una óptica por él, amenazar con disparar a la casa de Marcelo Montiel, entre otras linduras.

Ahora es “Un regidor que da resultados”. Si le hicieran un antidoping, tal vez sí daría resultados….positivos. Su pobreza intelectual, su escribir de jumento, se refleja en el Facebook, a donde ahora también ha ingresado. Al pie de una fotografía, se puede leer lo siguiente:

Federico Lagunes, regidor del PRI en Coatzacoalcos y con las comisiones de la Tenencia de La Tierra, Desarrollo Portuario y Seguridad Publica en reuniòn con el dirigente de la Nanaco, Josè Antonio Wilbur y el General Pedro Aguilar medicica, jefe de la Intermunicipal

Nanaco (en lugar de CANACO), Wilbur (en lugar de Wilburn) y medicica (en lugar de Medicina), éste es el verdadero regidor, el Regidor Justiciero, se siente el nuevo Robin Hood, el nuevo Chucho el Roto, pero es, en resumen, el Regidor Burro.


Ver el enlace referido en: Facebook del tal Lagunes

22 enero, 2011

NOS GUSTA LO QUE HACEMOS CEVEJARA.wmv

Iniciamos

Después de varios años atendiendo medios y dirigiendo, me preguntan del por qué no escribir mis puntos de vista. Siempre he tenido un enorme respeto por los compañeros que plasman por escrito sus ideas, es una tarea difícil que tiene que ver con la disciplina, la reflexión, la información que uno obtiene y saber cuál publicar y cuál no, por respeto a la plática entre dos.

Pero como considero que es necesario no seguir callando, me doy a esta tarea con el conocimiento del riesgo que este trabajo conlleva.

No es suficiente criticar, sino también proponer. Sin embargo, ante la complicidad de medios y políticos, es necesario no seguir callando, la crítica debe ser el camino en que se atienda eficazmente a la sociedad. También a esa crítica me someto, en busca de mejorar y encontrar puntos de acuerdo.